viernes, 19 de noviembre de 2010

Estaciones de desilución. Barriletes de mi corazón. Divagando sin buena razón. Vuelvo al primer amor. Garabatos de mi anotador. Recordando el tono de tu voz. Evocando tu forma de ser, una niña en frasco de mujer. Pero cuando sopla el viento sur me arrastro hasta tu latitud y te busco en el fondo de un bar o en las calles de cualquier ciudad. Barriletes de desilusion. Todo cambia y también cambio yo. Me da miedo saber la verdad, si te encuentro entonces, ¿qué verás? Dame una esperanza, decime algo más ¿Por qué te escondiste? ¿Y para dónde irás? Mandame una carta si es que te acordás, de aquellos días nuestros nada más. Pasa el tiempo y te idealizo más con tus besos de virginidad. Chocolates en tu delantal. Cruzando el parque Lezama vas, cómo flota esta sensación. Se parece a ese planeador, sin embargo todo es ilusión. Un fantasma en plena transición y no alcanza la brisa de hoy. A empujarte hasta donde estoy se precisa más que un huracán, una especie de gran aluvión. Dame una esperanza. Decime algo más ¿Por qué te escondiste? ¿Y para dónde irás? Mandame una carta si es que te acordás, de aquellos días, nuestros nada más. Estaciones de reconstrucción. Barriletes de mi corazón. Enganchados a un poste de luz como aquel divino sueño azul. Barriletes de desilusión. Todo cambia y también cambio yo. Me da miedo saber la verdad si te encuentro entonces, ¿qué verás? Barriletes de desilución.

No hay comentarios:

Publicar un comentario